lunes, 11 de febrero de 2019

Microrrelato ganador "ERROR 404"

Ganador Don Rafael Moreno Gómez, enhorabuena, de corazón, nos ha encantado.



Error 404


Sobre un fondo negro aparece un cursor que late de forma constante e intermitente. Se desplaza escribiendo las líneas que conformarán el programa. Estilo, herencia, cascada...; instrucciones que harán que previsiblemente funcione de forma correcta.

Completando variantes y condicionantes, cada vez el código se vuelve más extenso y rico. Una arquitectura compleja que se prolonga, aunque finita, única e irrepetible, dejando su impronta en el sistema.

Error 404! Malware detectado. Se aprecian fallos. Comienzan a borrarse líneas y comandos. Desaparecen datos que hacen que el programa se vuelva inestable, dificultando su ejecución. Se procede a ralentizar el proceso.

Sobre un fondo negro, un cursor late cada vez menos.

viernes, 1 de febrero de 2019

Alzheimer de amor

Nunca oí de su boca hablar de él, su nombre parecía que se le había olvidado.Su cara era el secreto mejor guardado de la familia. Pero llegó el día, ella se fue, se revolvieron cajones, recuerdos salieron a la luz... Y su rostro alargado emergió entre ellos.
 
- ¿Quien es ese hombre de la foto? Pregunté a mi tía.
Ella me dijo: es tu abuelo.
 
Yo tenía 40 años y no la había visto nunca. Durante todos este tiempo, la abuela había ocultado su recuerdo, pero por fin el secreto se develó. Ella no tenía mala memoria, ni mala intención, fue un olvido, se olvidó que lo quiso..
 
Ella solo tenía alzheimer de amor.

Horizonte despejado

La nitidez del día de su boda, con aquella corbata que le ceñía hasta las emociones y la sonrisa de su mujer al lado, brillando por encima de cualquier gota de lluvia que se atreviera a empañar el momento. La fiesta sorpresa por su 30 cumpleaños, con esa calidez cromática dibujada por infinitos globos y una tarta de crema tostada que casi podía volver a saborear. Y qué decir de los baños al atardecer de agosto en Cala Cortina. Pensar en aquel tentador frescor seguía haciéndole estremecer los pies. ¿Y si esos recuerdos no eran tal, sino emociones que realmente revivía? Al fin y al cabo, puede que su mente no estuviera tan vacía como a todos les parecía.

Hagamos memoria

Sentada en una añeja butaca junto a una mesa camilla, en un salón aglutinado de puntuales compañeros, la anciana acariciaba un jarrón. Una y otra vez deslizaba sus manos sobre la figura, desenredando sus gastados dedos con sobrada lentitud y paradas imprevistas. ¿Has comido? –preguntaba. ¡Eres muy guapo!-exclamaba. Fui testigo de la fidelidad que le profesaba, una extraña fijación que me llevó a acompañarla en sus vivencias diarias llenas de momentos inconexos que verbalizaba al azar. Ya no vivía de recuerdos, ya no podía secuenciar, pero podía invitarnos a compartir con cariño todo lo que el olvido le arrancaba ingratamente. Ella siguió dando larga vida a las historias y yo, abrazándola en su disminuida memoria. Nunca la olvidaré, ¿o sí?.

Momentos

La vida son recuerdos.
Esos, que ahora mismo, yo ya no tengo.
Así que, no sé si vivo o muero.
Hay gente que se acerca.
No sé quienes son
pero me abrazan, me besan.
Ahora están aquí.
Si estuvieron ayer, no los recuerdo.
Me hablan, me cuentan.
Yo escucho pero no entiendo.
Un niño viene, me da la mano,
me dice abuela
y se sienta a mi lado.
Yo lo miro y sonrío
pero no lo conozco
o tal vez si...
Puede que esté perdido
en algún lugar de mi memoria.
Lo busco pero no lo encuentro.
No tengo pasado,
solo este momento,
este instante y su sonrisa.
Entonces sé que no muero,
su cariño me devuelve a la vida.


    
    
        

Acariciando de Corazón

Se miraron a los ojos y se amaron para siempre, entrelazaron sus manos y caminaron, a veces por hierba mojada y otras por tierra agrietada, fueron dos cuerpos en una sola alma.
 
Y de pronoto una mañana llegó el olvido y se impuso el silencio, ella ya no recordaba ni el nombre de aquel a quien tanto amaba, sus manos siguieron entrelazadas, y el eterno resplandor de una mirada bastó para llenar de luz a otros ojos que ya se apagaban.

El pasado o el presente

Hola Caridad, muy contenta estas hoy. O sí, ¿a que no sabes qué pasa? pues escucha; mi amiga María anoche estaba triste y la he ayudado, y cómo es eso. La oscuridad, le da miedo y anoche cuando nos mandaron a la cama se puso a llorar, como la pobre se acordaba de sus padres, entonces yo me acosté con ella y así se quedó tranquila, sabes yo la cuido muy bien es que María está sola... claro te entiendo.

Bueno dame un beso tengo que irme. Y allí quedo Caridad, María y algunas más en su campamento de verano, con sus recuerdos de niña a sus 84 y 90 años con una triste sonrisa y esa mirada perdida, y yo llore.

Error 404


Sobre un fondo negro aparece un cursor que late de forma constante e intermitente.  Se desplaza escribiendo las líneas que conformarán el programa.  Estilo, herencia, cascada...; instrucciones que harán que previsiblemente funcione de forma correcta.

Completando variantes y condicionantes, cada vez el código se vuelve más extenso y rico. Una arquitectura compleja que se prolonga, aunque finita, única e irrepetible, dejando su impronta en el sistema.

Error 404! Malware detectado. Se aprecian fallos. Comienzan a borrarse líneas y comandos. Desaparecen datos que hacen que el programa se vuelva inestable, dificultando su ejecución. Se procede a ralentizar el proceso.

Sobre un fondo negro, un cursor late cada vez menos.

Cuando ya no recuerde


Cuando mi mirada vidriosa te mire fijamente y muy perdida porque no te reconoce, sé paciente.

Cuando tu nombre no recuerde, no te pongas triste.

Cuando beses mi rostro arrugado y no sienta tus labios, no llores.

Cuando te cuente cada día las historias del ayer, escúchalas atentamente.

Soy la misma de siempre, pero mi memoria ya no está en el presente. Se quedó en el pasado y quizás ya nunca regrese.

Cuando ya no sepa ni quién soy yo,

sólo dame cariño, quiéreme eternamente.

lunes, 22 de octubre de 2018

Mi madre en el pasado

Contraluz.  La silueta se acerca, me resulta familiar. 

[A las ocho viene mi hermana, leeremos juntas por fin]

Voz, dulzura, desconcierto.  La silueta se acerca, coge mi mano... la mano... ¿de quién es esa mano? 

[A las ocho viene mi hermana, leeremos juntas por fin]

"Disculpe, ¿cuánto queda para las ocho?"

Paz, calma, tranquilidad.

Gotas de olvido

Clic, clic…
Me despierta el goteo incesante.
Saco un pie de la cama, otro.
Cuando estoy a punto de tocar la manivela ésta gira y la puerta del baño se abre tropezándome con una mujer que comenta, como si nada, que ojalá hoy tuviese, de una puñetera vez ganas e inspiración (ésta última, con retintín) de revisar el maldito grifo del lavabo que, según ella, lleva más de quince días despertándola con el clic, clic de los cojones…
Yo observo cómo la desconocida sale arrastrando los pies. Elevo la mirada y me encuentro con una imagen en el espejo, terror en unos ojos que en el mundo real serán míos, pero que yo hoy, no reconozco.

Ahora

Y en el momento que contempló el sol y fue capaz de entender que lo que  sentía era su calor, aprovechó la ocasión para escribir lo que era incapaz de decirle:

 " Querida Reina, Gracias porque  sé que anhelas que un día vuelva a ser quién era, y porque, en el fondo, sabes que nunca he dejado de serlo.

Gracias porque me repetías hasta la saciedad que tu vida no era sin mí y ahora no puedo más que reconocer que yo no podría vivir si tú no estuvieras a mi lado.

Gracias por dejar que te quiera profundamente aunque yo ya no lo sepa, y porque siento que tú me sigues amando aún sabiéndolo todo."

Y no volvió a recordar esa carta. Tampoco lo necesitó. Reina estaba allí.

jueves, 27 de septiembre de 2018

Sin palabras

Me gustaría decirte que hace tanto tiempo que estamos juntos, que aunque
he olvidado tu rostro y las palabras se han borrado, si me tocas sé que
eres tú quien me tocas.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Bases



BASES CONCURSO DE MICRORRELATOS SOBRE EL ALZHEIMER
https://concursodemicrorrelatosalzheimer.blogspot.com/

La Biblioteca de San Javier y AFAL (Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer de Cartagena y Comarca), organizan y convocan este concurso.

El objetivo que se persigue es sensibilizar a la comunidad sobre la existencia de esta enfermedad.

Podrán presentarse al concurso PERSONAS MAYORES DE 16 años RESIDENTES EN ESPAÑA.

Los microrrelatos estarán escritos en LENGUA CASTELLANA, y cada autor/a podrá PRESENTAR UN MICRORRELATO.

Los trabajos presentados no deberán haber sido premiados en otros concursos.

La extensión del microrrelato no podrá ser superior a 120 palabras. Se valorará la calidad literaria y que la temática esté relacionada con el objetivo del concurso.

Para participar es necesario enviar dos correos electrónicos:

Uno con el microrrelato, poniendo el título y el seudónimo en “asunto” y el texto en “el cuerpo del mensaje” a

biblioteca.publica.alzheimer@blogger.com

Otro con los datos personales, poniendo el seudónimo en “asunto” y los datos personales en “el cuerpo del mensaje” a

concursos.biblioteca@sanjavier.es

Los datos personales contendrán: Título del microrrelato, seudónimo, nombre y apellidos del autor, fecha de nacimiento, dirección y número de teléfono. Estos datos no serán utilizados para otro fin que no sea comunicar los premios a las personas ganadoras y serán borrados una vez haya finalizado el concurso.

TODOS LOS MICRORRELATOS SE PUBLICARÁN EN
https://concursodemicrorrelatosalzheimer.blogspot.com/

En el blog aparecerá el título del relato y el seudónimo.

Todos los microrrelatos podrán ser expuestos al público durante 2019 en distintos lugares del municipio de San Javier.

El plazo de admisión de los microrrelatos finalizará el lunes 31 de diciembre de 2018.

El jurado está compuesto por representantes de AFAL y de la Biblioteca.

El fallo se comunicará a las personas ganadoras la semana del 21 de enero de 2019.

El fallo se hará público a través de plataformas web de la Biblioteca de san Javier y AFAL el lunes 28 de enero de 2019.

Se establece el siguiente premio: 40 euros y visita a las instalaciones de AFAL.