lunes, 22 de octubre de 2018

Gotas de olvido

Clic, clic…
Me despierta el goteo incesante.
Saco un pie de la cama, otro.
Cuando estoy a punto de tocar la manivela ésta gira y la puerta del baño se abre tropezándome con una mujer que comenta, como si nada, que ojalá hoy tuviese, de una puñetera vez ganas e inspiración (ésta última, con retintín) de revisar el maldito grifo del lavabo que, según ella, lleva más de quince días despertándola con el clic, clic de los cojones…
Yo observo cómo la desconocida sale arrastrando los pies. Elevo la mirada y me encuentro con una imagen en el espejo, terror en unos ojos que en el mundo real serán míos, pero que yo hoy, no reconozco.

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