viernes, 1 de febrero de 2019

Cuando ya no recuerde


Cuando mi mirada vidriosa te mire fijamente y muy perdida porque no te reconoce, sé paciente.

Cuando tu nombre no recuerde, no te pongas triste.

Cuando beses mi rostro arrugado y no sienta tus labios, no llores.

Cuando te cuente cada día las historias del ayer, escúchalas atentamente.

Soy la misma de siempre, pero mi memoria ya no está en el presente. Se quedó en el pasado y quizás ya nunca regrese.

Cuando ya no sepa ni quién soy yo,

sólo dame cariño, quiéreme eternamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario