viernes, 1 de febrero de 2019

Horizonte despejado

La nitidez del día de su boda, con aquella corbata que le ceñía hasta las emociones y la sonrisa de su mujer al lado, brillando por encima de cualquier gota de lluvia que se atreviera a empañar el momento. La fiesta sorpresa por su 30 cumpleaños, con esa calidez cromática dibujada por infinitos globos y una tarta de crema tostada que casi podía volver a saborear. Y qué decir de los baños al atardecer de agosto en Cala Cortina. Pensar en aquel tentador frescor seguía haciéndole estremecer los pies. ¿Y si esos recuerdos no eran tal, sino emociones que realmente revivía? Al fin y al cabo, puede que su mente no estuviera tan vacía como a todos les parecía.

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